el cerro del 19 - Carabayllo

No es una unidad escolar ni un colegio privado, es una iniciativa social de acercar el arte a uno de los sectores más vulnerables de nuestra ciudad
No soy la salvadora de estos niños, simplemente quiero considerar que mi presencia en sus vidas es un instrumento de aprendizaje mutuo, todos aprendemos y lo hacemos con alegría, con un pensamiento divergente constante y con la conciencia social de que todos merecemos las mismas oportunidades de desarrollo expresivo.

Carlitos es levantado, detrás de él Leo, a su derecha Yanira, a su izquierda Treyci
y cargando sus pies Yersi


Al llegar por primera vez  a este local comunal en medio de la montaña alta me dije: uy qué hago acá? cómo trabajo con estos niños? hay muchas caritas que parecen no tener idea de lo que van hacer en este taller.
Pero ese día se dio, salió la primera clase del taller de teatro para estos niños que en su mayoría están entre los 5 y 8 años de edad y viven en el AAHH San Gabriel, km 19 en el distrito de Carabayllo. 

En primer plano Benjamín, detrás de él Carlitos, DIego y Leo




En la escalera ubicada en el frontis del centro comunal

Los niños representan los animales de la selva: el elefante,
el tigre y el mono


Aldahi y su máscara fabricada por él mismo

LA NIÑA MáS LINDA







Uno de los conocimientos más importantes de tantos de los que he recibido en estos dos últimos años, es el de ser TÍA, y desde que convivo con Luziane puedo afirmar que sé lo que es ser tía-maestra, mamá y sobre todo líder de influencia. Desde hace 2 años mi hermana Rocio se quedó a vivir en mi casa, a causa del nacimiento de su primogénita a quien llamó Rihanna Luziane. La estimulación temprana en la adquisición de nuevas habilidades, actitudes y comportamientos, ha sido fundamental para que el desarrollo de Luziane sea más eficaz y rápido. Sin embargo, veo qué terrible daño y atraso ocasionan los padres, cuando en vez de ayudar entorpecen el proceso de desarrollo del niño. He observado que Luziane, siendo hija única de madre soltera, es una niña que ha llegado a un estado de atraso en su conducta y en su salud física. A continuación daré a conocer algunas conclusiones personales acerca de la composición del ser humano y posteriormente describiré cómo ha sido el desarrollo de Luziane paso a paso, basado en este análisis:






EDUCACIÓN ESPIRITUAL




Todo ser humano está compuesto por tres dimensiones: física o biológica, emocional o psicológica y espiritual. Siendo los niños, seres puramente sensitivos, todo estímulo que ellos en sus primeros años reciben, lo adquieren básicamente desde su dimensión espiritual; por esto es fundamental generar un ambiente de mucho afecto y confianza en ellos. Si bien es cierto, los padres son los primeros llamados a amar a sus hijos, no podemos obviar un punto central: la fuente principal del primer y perfecto amor es Dios, y si se pretende amar a un hijo pasando por alto este conocimiento, toda educación espiritual será vana. Sentar las bases para el desarrollo de un niño seguro de sí mismo, no sólo se centra en promover sus talentos artísticos o intelectuales, e incluso sociales; el éxito de todo niño y sobre todo de toda persona humana, siempre se basará en su convicción y acción de su potencial de acuerdo al propósito del amor de Dios.

Cuando los padres traen hijos al mundo, adoptan muchas posturas para enfrentar la crianza/educación del recién nacido. He observado tantas formas de crianza, la mayoría muy agresivas y algunas pocas muy sabias y afectivas. Es verdad que nadie estudia para ser papá o mamá, sino que - lamentablemente - como decía la chilindrina "echando a perder se aprende" .
Según mi punto de vista, a la crianza de los chicos la voy a denominar crianza/educación por no decir sólo lo último, puesto que el criar más que "estar al lado de" es "guiar, educar, iluminar, proveer, transmitir, y todo lo que implica enseñar con afecto". En este proceso de crianza/educación, uno de los aspectos que más me sorprende y conmueve a la vez es el hecho de encontrar niños que son obligados a vivir infelices por las necesidades económicas de los padres. Al parecer la familia en sectores económicos y sociales pobres (en materia y/o espíritu) sustenta el progreso y la felicidad en la cantidad de dinero que suministran; cuando en el fondo, sabemos que el dinero ni el mejor trabajo va a traer la unidad, la paz y el amor en un hogar.

Observo que nuestra sociedad peruana está muy mentalizada en creer que para ser feliz hay que tener dinero y éxito lo más rápido posible. Yo soy una amante del progreso y del éxito; sin embargo estas metas son el resultado de un proceso no sólo material, sino primeramente psicológico y sobre todo material.

Nuestra niñez crece con tantas carencias de querer algo, de recibir, de anhelar, de soñar, y de ver frustrados sus sueños de infancia. Recuerdo claramente mi infancia: tenía unos padres que podían dármelo todo, pero sólo lo hacían cuando yo les rogaba mucho, y esto únicamente, cuando algún deseo mío coincidía con algún deseo de ellos, ejemplo: ropa y zapatos. Sin embargo, a la hora de soñar acerca de un juguete, o de hacer algo como cantar, bailar o actuar, obtenía casi siempre una expresión de rechazo y de burla, lo cual traía en mí una profunda frustración. Paradójicamente mis padres siempre creyeron que fueron los mejores, siempre juzgaron mi comportamiento rebelde, tachándome hasta de endemoniada y drogada.

Ahora que tengo 28 años, y puedo ver la crianza/educación de tantos niños, entre ellos el de mi sobrina de apenas 2 años; me doy cuenta del daño irreparable que los padres causan a los hijos cuando se centran básicamente en lo material, en cubrir sus expectativas personales de que el hijo esté bien vestido, bien peinado, bien bañado y bien alimentado; claro que esto es super importante, no estoy en contra de ello, pero sí en contra del desequilibrio en la crianza.
Es imposible que un hijo que encuentra su satisfacción personal únicamente en lo superficial, aprenda a reconocer la felicidad o el amor de los valores espirituales que la vida trae a todas las personas.


junio 2011
Paseo por el cerro

Las relaciones simbólicas que las imágenes mantienen con un pueblo muchas veces son fruto de la razón cultural de una estigmatización religiosa. Los monumentos naturales como los cerros, a lo largo de la historia peruana han tenido, y tienen aún, una significación integradora sobre lo humano y su medio ambiente.

Los que hemos convivido, desde nuestra infancia con el cerro, estamos inconcientemente forzados a pensar en la diferencia física que nos otorga observar la vida desde la cima hacia la sima, desde la sima hacia la cima y por qué no, desde la cima hacia la altura mayor y desde la sima hacia el abismo inferior.
En mi experiencia, corta, con los niños y niñas, pude conocer que toda esta suposición tenía cierta validez. Observé que se afirmaba un conocimiento personal, a partir de la posición de la identidad en el entorno geográfico y social.
Los niños y niñas que viven en el cerro lo experimentan la afirmación de su identidad, pero no se han dado las condiciones para que lo reconozcan y lo expresen con libertad artística, más aún cuando el subir al cerro puede estimular sus múltiples inteligencias y sus creatividades.

Subiendo al cerro, en el cansancio, calor, sed, miedo y otras necesidades los niños descubren que adoran atravezar situaciones críticas, de riesgo y aventura, pues ésto reafirma su valentía y la osadía que pueden tener para subir el cerro, caminar, jugar, socializar, pelear, en sí, conducirse por la vida.

Subiendo el cerro, noté que los niños y niñas deseaban sentirse seguros y a la vez inseguros, porque frente a cada dificultad del camino, algunos se engreían y otros querían que los engrieran. La experiencia me ayudó a trabajar un poco de la confianza, autonomía e iniciativa, que Erikson plantea, para el desarrollo físico y social del niño.

Sentir miedo, ejercitar su resistencia, probar su equilibrio, demostrar su fuerza y velocidad, observar su barrio desde lo alto, ayudar al otro, tener sed y cansancio, reflexionar y expresar sobre la existencia del cerro y de los propios hombres, crear poemas, contar chistes, mimetizarse con el cerro, depender de una roca para avanzar, depender de una mano para levantarse, significa aprender a vivir.

A simple vista la pintura es llamativa y en el fondo es también una fuente histórica importante para conocer cuáles eran los juegos que practicaban nuestros ancestros europeos; este cuadro me motiva estimular a niñ@s, jóvenes y adultos dibujar nuestros juegos, aquellos que puedan tener influencia de todo tipo, pero que por todas las cosas sean juegos realizados por peruan@s y en nuestro propio contexto social.

De pronto me viene la aberrante y triste idea, de que en un cuadro de juegos de nuestros tiempos, se dibujen juegos estáticos, pasivos, violentos o puramente cibernéticos. No estoy en oposición al avance de la tecnología en los juegos, pero me opongo y me resisto que los juegos de nuestros tiempo tengan que ser más intelectuales que físicos y sociales. El desequilibrio en el desarrollo biopsicosocial de una persona, sólo le proporciona deficiencias, enfermedades, stress, depresiones, soledad, etc.

Por eso, que viva el Juego con nuestros padres-madres, herman@s, vecin@s, compañer@s de trabajo, con nosotr@s mism@s

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Cita de Constantino Carvallo en La Vocación del Maestro:

" La satisfacción del maestro tendría que provenir del reconocimiento que él hace de su especial función. Del goce de crear respuestas humanas y del valor moral que poseen. No puede provenir de la consideración social o de las recompensas económicas porque es una profesión poco valorada, a menudo incluso por los padres, y mal pagada. Y no habrá forma de obtener satisfacción y mantener el entusiasmo en la tarea si el vínculo que nos une con el niño y con la profesión no está teñido por el amor. Un amor extraño, el eros pedagógico, fundado en la sublimación, en la ausencia de posesión, en la separación constante y en la necesidad de recoger en el alma del otro, en el espejo del alma ajena, los resultados de nuestra noble acción. Un amor al futuro y a la promesa que significa el presente con toda su perplejidad. Al crecimiento, a la mejora constante. Hace falta una vocación, una inclinación natural, no fingida, a amar al niño, a tolerarlo y comprenderlo. A ser paciente con él. Una necesidad de reflejarnos, de recogernos, generosos y buenos, en el breve recuerdo del niño que ya pronto nos olvidará."



EL mundo de los muñecos, títeres y juguetes en general, constituyen para el niño verdaderos tesoros de imaginación; a través de estos objetos puede viajar por una burbuja de magia y fantasía, pero a la vez puede recrear una realidad que desea modificar.

En mi corta experiencia del juego con los niños a través de los títeres pude reconocer cómo funciona el proceso de representación simbólica. Cuando el niño confecciona su juguete, derrocha creatividad depositando sus cinco sentidos en una actividad que le proporciona placer, el cual se convierte en una actividad integral cuando representa a través de ese elemento una realidad vivida o inventada.


Es gracioso descubrir la capacidad egocéntrica del niño, sobre todo en la manipulación del títere. Dar vida a un muñeco ante los ojos del niño, es cosa seria; a pesar de que ante sus ojos el titiritero lo hace hablar y moverse, el niño siente temor de que esa transformación es propia del muñeco. En las actividades desarrolladas en mi salón de clase, escuchaba con tierna sorpresa cómo los niños insistían en saber quién maniobraba al títere.

Ellos afirmaban que era yo quien lo movía, pero para cerciorarse, de rato en rato preguntaban -señorita, Usted está moviendo al títere verdad?-.


En mis pocos años de experiencia pedagógica, nunca había tenido la oportunidad de experimentar con el teatro de sombras; siempre me había preguntado cómo reaccionarían los niños de mi escuelita, realizando una experiencia de educación creativa, a través del juego e innovadora?.Tenía miedo de que las maestras reaccionaran negativamente frente al atrevimiento de llevar al aula una actividad que podía provocar un desborde de energía, que tanto se afanan por mitigar. ..

Sin embargo, como parte de una investigación sobre las actividades dramáticas y su importancia en el desarrollo de la autoestima, decidí pasar por alto algunos conservadurismos propugnados en la institución, y llevar al límite la capacidad creativa y lúdica de los niños.


En un principio la presencia de un objeto nuevo y una atmósfera diferente, provocó temor entre los niños; ellos entraban a un espacio totalmente transformado. .El salón amplio, lleno de luz y juegos, era ahora un lugar totalmente oscuro por los papeles y telas que transformaron el lugar en una especie de caverna, con la única presencia de un foco.


ALgunos niños se atemorizaron, tal fue el caso de Christian y Ruben, pero a medida que les iba explicando del uso del foco, y la necesidad del espacio oscuro, fueron comprendiendo de qué se trataba todo aquello. Otros niños no mostraron mucha sorpresa, ya que se acordaron de los juegos con sombras que ellos hacen en casa cuando algún foco está prendido. .

La primera actividad consistía en que ellos observarían y escucharían un cuento con las sombras. Todos estuvieron muy absortos con las pequeñas siluetas que proyectaban inmensas sombras. En la segunda parte, algunos jugaron libremente con las sombras, y siluetas que ellos mismos construyeron; otros prefierieron jugar con sus propias siluetas, y otro tanto encontró mayor motivación en otros juegos con elementos, distintos a los propuestos en la clase.

Finalmente, siempre se cumplía el objetivo de motivar y despertar la creatividad de cada niño, ya sea con los juegos propuestos o con los elementos que ellos encontraban a su alrededor.

Probablemente el lector piense que el porcentaje de niños que no realizó ninguno de los juegos propuestos, no haya logrado desarrollar algún nivel de creatividad mayor de los que sí lo hicieron, sin embargo, pensamiento más errado, no encuentra sustento cuando en las clases sigueintes, observé que cada niño se desenvolvía con destreza en las actividades y juegos que motivaban su interés y por ende despertaba sus capacidades físicas, psicológicas y sociales.


A través del teatro de sombras, se abrió una puerta para la experimentación libre con materiales, ambientes, colores y emociones; cada niño era libre para expresar su individualidad, y fue a partir de actividades como esta que los niños encontraron en las sesiones de teatro, momentos de libertad, caos organizado y sobre todo de respeto y mucha afectividad entre ellos y la que juega, Yo.

In my few years of pedagogical experience, never it had the oprtunity to experiment with hte theater oh shades and it always asked to me how the children of a traditional school would react before a new experience. It was scared of which the teachers negatively reacted by my audacity to take to the classroom an activity that could cause the overflowing energy that as much fights to appease. Nevertheless as it leaves from my investigation on the influence of the dramatic activities in the development of the self-esteem, I decided to ignore some conservadurismos that frustrate the creativity of the children.At first the presence of a new object and the different atmosphere, caused fear in the children. They entered a space totally transformed. The ample, full hall light and game, was now a totally dark place by the papers and fabrics that transformed the classroom into a species of cavern, with the only presence of a center. Some children were frightened, so was the case of Christian and Ruben, but measured that listened to the indications on the use of the center and the dark space, they were including/understanding what would be all this. Other children did not show much surprise, since they remembered the games with his shades, that do in house. The first activity consisted of which they would observe and would listen to a story with the shades. All were very engrossed with the small silhouettes that projected immense shades. In the second part, some played freely with the shades, and silhouettes that they themselves constructed; others prefierieron to play with their own silhouettes, and the same found greater motivation in other games with elements, different from the proposed ones in the class. Finally, always the objective was fulfilled to motivate and to wake up the creativity of each boy, or with the proposed games or the elements that they found around to them.Probably the reader thinks that the percentage of children whom no of the proposed games made, has not managed to develop some level of greater creativity of those than yes they did, nevertheless, thought more missed, it does not find sustenance when in the classes sigueintes, I observed that each boy developed with skill in the activities and games that motivated their interest and therefore it woke up its physical capacities, psychological and social.To traverse of the theater of shades, opened a door for the free experimentation with materials, atmospheres, colors and emotions; each young one was free to express its individuality, and was from activities like which the children mainly found in the sessions of theater, moments of freedom, organized chaos and of respect and much affectivity among them and the one who play, me.